En los países en los que el crecimiento poblacional se produce en forma acelerada, son frecuentes las fosas sépticas, no solamente en las áreas rurales, sino inclusive en las ciudades. Cuando los planificadores urbanos y los gobiernos, no toman las previsiones para construir las redes de aguas servidas al mismo ritmo en el que ocurre el aumento de la población, el resultado es que una buena parte de los habitantes no tienen forma de conectarse a la red de cloacas.
En nuestro país aún no existe una red de cloacas que llegue a todos las comunidades, sin embargo ello no significa que deba procederse a defecar al aire libre, ya que esta práctica no solamente trae malos olores, sino que además puede llegar a provocar enfermedades, pues las bacterias que se producen durante el proceso de descomposición, pueden llegar a contaminar el aire que respiramos y los alimentos que ingerimos.
Cuando no se dispone de redes de alcantarillado, es necesario recurrir al uso de los pozos sépticos para recolectar las aguas servidas. Estos consisten en depósitos subterráneos cerrados, que hacen posible deshacerse de los desechos orgánicos generados en las viviendas, al no tener acceso a la red de cloacas
Las fosas se hacen generalmente de forma rectangular y con una relación entre el largo y el ancho de 2 a 1. Además la profundidad mínima debe ser de 4 metros para asegurar buenas condiciones de escurrimiento.
Son muchas las ventajas de la fosa séptica, cuando no se dispone de una red de cloacas, destacando principalmente las siguientes:
- La construcción es sencilla y relativamente económica
- constituye un buen sistema de tratamiento
- es de fácil mantenimiento.
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Lo que más destaca de la fosa séptica es su método simple, seguro, conveniente y satisfactorio para la disposición de aguas residuales. Sin embargo, no debe dejarse de lado el mantenimiento de la misma para asegurar un buen funcionamiento.
Evitar sobrepasar la capacidad de almacenamiento del tanque por la acumulación de grandes cantidades de materia fecal, es lo fundamental, siendo para ello necesario recurrir a su limpieza periódica. Para este proceso se utilizan mangueras conectadas a un camión cisterna que mediante la succión, logran extraer los residuos sólidos, para posteriormente trasladarlos a las plantas de tratamiento o rellenos sanitarios.
Es importante que durante la succión se deje en el fondo una pequeña capa de residuos que ayudarán a la descomposición acelerada de los nuevos desechos que ingresen en la fosa, de allí que no es recomendable lavar ni desinfectar la fosa tras la absorción para descargarla.
También los pozos o fosas de tratados sanitarios, requieren de mantenimiento para evitar la generación de olores desagradables y la propagación de bacterias. Se utilizan para este fin desengrasantes biodegradables y algunas sustancias químicas.
